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Urbanismo

Descubre la huella de la historia en el urbanismo de Monteagudo.

El pueblo está conformado por dos núcleos compactados y unidos, urbanística y demográficamente. El plano de la villa, esquemáticamente, responde a un modelo ortogonal conformado en época medieval cristiana, con reminiscencia musulmana y probable influencia romana. Las dos arterias más importantes son: la calle Mayor o Real y la Puerta Nueva y prolongación Ave María; ambas se cortan geométricamente en ángulo recto, la primera sería homologable al Cardus, y la segunda equivalente al Decumanus; la intersección de ambas se conoce, localmente, como “los cuatro Cantones”. Incluso, comparten característica común en cuanto al trazado, puesto que comunican una de las puertas de acceso a la villa con un espacio comunitario; la primera une la plaza de la Iglesia con la Puerta de la Villa y la segunda la Plaza del Horno con la Puerta Nueva. La influencia musulmana, quedaría conformada por calles estrechas y tortuosas, algunas sin salida, así como viviendas muy compactadas y, en algún caso, laberínticas El elemento medieval defensivo por excelencia es el camino de ronda que, paralelo a la muralla, circundaría el interior de la villa. 

“El Rabal” (Arrabal), geográficamente se trata de una pequeña cuenca entre dos altozanos; la expansión se justifica por la necesidad de espacio para la habitabilidad ante la necesidad de una población en crecimiento; se estructura sobre la moderna vía de comunicación, la carretera CL-116. A pesar del oscurantismo histórico que existe respecto al Arrabal, estamos seguros que el subsuelo, tal vez, esconde alguna sorpresa, ya que hay constancia de la existencia de una iglesia, con todo lo inherente a ella, en la actual plaza de San Salvador, inhabilitada y derruida a finales del siglo XVII.

Texto: Antonio Ruiz López.